Todos los emigrantes son emigrantes. Tienen que dejarlo todo y salir a una aventura con un final difícil, complicado y peligroso, y los que acceden desde el Norte de África llegan en condiciones infrahumanas a nuestras costas, a las costas Europeas. Sin embargo, todos no son vistos de igual forma, están los que entran por la provincia Cádiz, el mayor número o por otras costas andaluzas, los que llegan a las costas de Italia o Malta y los del Aquarius. Unos son emigrantes de segunda y otros de primera. Estamos viendo retransmitido en directo como se acercan al puerto, como atracan, como se bajan, como los tratan …. una recepción de 700 periodistas de medio mundo, donde se van a alojar, ya conocemos las viviendas que los albergarán y en qué condiciones vivirán los próximos años, la futura llegada ministerial… y en Tarifa tenemos a los emigrantes de segunda que llegan en las mismas condiciones físicas y en grandes cantidades, en una semana han llegado más de 1.100 (casi el doble del Aquarius) y después de tratarlos sanitariamente casi están preparándoles los papeles para su expulsión. Y mientras, las mafias que les cobran un auténtico dineral, lucrándose de este negocio de comerciar con pobres que quieren mejorar de vida. Facilitándoles su llegada a Europa a precio de oro, y que los gobiernos sabrán qué hacer, y abusando de ellos en todos los sentidos. Llegando de países prácticamente rotos como Libia, aunque en el Aquarius hay emigrantes de casi 30 nacionalidades africanas. El Gobierno Europeo debería marcar un criterio único y sobre todo se debería luchar contra esas mafias que arruinan familias y vidas por dinero y también a países, porque muchos de los que emigran son de los mejor formados que buscan a la desesperada prosperidad y libertad. Lo dicho, según llegues eres emigrante de 1º o de 2ª.