Salud activa el Plan de Prevención de los Efectos de las Altas Temperaturas para evitar golpes de calor en personas vulnerables

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La Consejería de Salud ha activado este mes de junio y hasta el 15 de septiembre el Plan Andaluz de Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud, dirigido especialmente a la población más vulnerable, como son las personas mayores de 65 años, pacientes crónicos, personas con trastorno mental grave, menores de 4 años (especialmente lactantes) y personas que trabajan o realizan actividad física expuestas al sol.

Para la secretaria general de Salud Pública y Consumo de la Consejería de Salud, Josefa Ruiz, con este Plan se busca evitar el “agravamiento de pacientes con patologías crónicas” y que no se produzcan golpes de calor.

Este Plan de prevención se basa en la vigilancia, control y seguimiento de la población de riesgo, con la identificación de las personas más vulnerables a las altas temperaturas y con la coordinación efectiva entre las diversas instituciones y organismos implicados (servicios sociales, centros sanitarios, residencias, organizaciones de voluntariado, 112, etc.).

Así, desde los centros de atención primaria se ofrece información a la población general y se trabaja en la identificación de los pacientes de riesgo para su inclusión en el plan de seguimiento telefónico que realiza Salud Responde. Además, se intensifican las visitas domiciliarias para monitorizar los signos y síntomas relacionados con el calor y proporcionar consejos para evitar y controlar los efectos del aumento de las temperaturas. Estas visitas y el seguimiento de telecontinuidad se realizan también a pacientes tras su alta en los centros hospitalarios.

Ruiz ha destacado que hay que tener “especial cuidado” con las personas mayores cuyas viviendas no están acondicionadas para hacer frente a las altas temperaturas o aquellas que viven solas, al igual que con los niños menores de 4 años y lactantes “porque su temperatura corporal se eleva más rápido y carecen de la suficiente capacidad de sudoración” para eliminar el calor.

Las personas identificadas como población de riesgo son, en su mayoría, mayores de 65 años, pacientes frágiles que viven solos, cuyo estado de salud está debilitado por padecer alguna patología crónica de alta morbilidad (insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, demencia, trastorno mental grave, insuficiencia renal, obesidad excesiva, hipertensión arterial o diabetes mellitus) o que tomen un medicamento que pueda influir en la adaptación del organismo al calor (psicotropos, antidepresivos, hipotensores y diuréticos).

Su seguimiento permite identificar las situaciones y problemas del paciente e interconectar a las enfermeras gestoras de casos, enfermeras de familia y profesionales de Salud Responde, así como poner en marcha los mecanismos de control y actuación necesarios para minimizar los efectos de las altas temperaturas.

Seguimiento telefónico y domiciliario y alertas mediante App

Hasta el momento, se han identificado a 2.746 personas en situación de vulnerabilidad, cifra que el año pasado al final del verano alcanzó las 13.263 personas –un 32% más que el año anterior-. Salud Responde realizó el seguimiento de estas personas con un total de 16.549 llamadas –aproximadamente el doble de las realizadas durante el mismo periodo en 2016-. Asimismo, entre junio y septiembre del año pasado se incluyeron a 6.021 personas en el programa de seguimiento domiciliario y telecontinuidad que se hace cuando un paciente frágil es dado de alta en un centro hospitalario andaluz.

En la provincia de Jaén se identificaron como pacientes de riesgo el año pasado a 949 personas y Salud Responde realizó el seguimiento a través de 3.153 llamadas.

A través de la App de Salud Responde, que tienen descargada casi 2,3 millones de personas en Andalucía, también se pueden consultar consejos para convivir con el calor de forma saludable y también acceder a las previsiones de temperaturas. Los usuarios pueden consultar de forma gratuita las previsiones de temperaturas para cada una de las provincias andaluzas y recibir notificaciones mediante el servicio de mensajería de la App sobre cualquier cambio o activación en los niveles de alerta establecidos.

Igualmente, también se remiten instrucciones y recomendaciones a profesionales de los centros residenciales dependientes de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, que reciben información sobre el uso y conservación de medicamentos, medidas preventivas y protocolos de actuación ante la aparición de sintomatología relacionada con el calor.

Además, casi 215.752 usuarios del Servicio de Teleasistencia de la Junta de Andalucía tendrán acceso a la información y recomendaciones sobre el calor. El pasado verano, desde este servicio se realizaron 16.804 llamadas de control y seguimiento de los usuarios en la provincia de Jaén.

Recomendaciones frente al calor

Josefa Ruiz ha recordado las recomendaciones básicas que la población debe tener en cuenta ante la llegada del verano y las altas temperaturas, como son evitar la exposición durante las horas más fuertes de sol, salir con protección (tanto con ropas ligeras y de color claro, y sombreros como con protección solar), ventilar las estancias, bajar las persianas y cerrar las puertas durante las horas de temperaturas más elevadas, mantener un buen nivel de hidratación bebiendo mucha agua, conservar adecuadamente los alimentos, moderar los ejercicios que exijan mucho esfuerzo físico en las horas centrales del día, etc.

La Consejería de Salud pone a disposición de la ciudadanía diversos canales de información donde poder realizar consultas y conocer recomendaciones para reducir los posibles riesgos que las altas temperaturas puedan ocasionar en la salud y acerca de otros aspectos o síntomas relacionados con el calor. Así, se ha habilitado, como cada verano, el apartado ‘Verano y Salud 2018: Cuidados frente al calor’ en la web de la Consejería de Salud– un espacio en el que la ciudadanía puede encontrar información general de interés sobre cómo afrontar la subida de temperaturas e identificar situaciones de riesgo.

Además, como el año pasado, se ha activado un apartado específico dirigido a la población no hispano hablante, tanto a residentes como a turistas. De este modo, se han traducido en inglés y el francés los principales consejos para evitar los efectos negativos de las altas temperaturas sobre la salud, como son los golpes de calor y otros problemas de salud.

Asimismo, la plataforma online ‘Ventana Abierta a la Familia’ (www.juntadeandalucia.es/salud/ventanafamilias), cuenta con una campaña específica de mensajes dirigidos a las familias inscritas con recomendaciones y consejos sobre cuidados frente al calor, protección solar de la infancia, prevención de picaduras y de accidentes infantiles. Este servicio, al que actualmente están inscritos más de 21.500 usuarios, enviará mensajes vía SMS, correo electrónico y a través de la App de Salud Responde.

Los mensajes se centrarán en cómo proteger a menores de un posible golpe de calor y cómo actuar en caso de producirse o sobre qué beber y qué comer cuando hace mucho calor, con recomendaciones de alimentación e hidratación cuando las temperaturas son elevadas. También se enviarán mensajes destinados a proteger la piel de niños frente a las radiaciones solares (consejos frente a la exposición al sol, factores de fotoprotección solar más indicados, consejos específicos para bebés…).

Protección de las personas mayores

Este año, como novedad, se incluye un destacado que recoge recomendaciones para hacer frente a las altas temperaturas en el caso de personas mayores. Este apartado también enlaza a la plataforma de fomento del envejecimiento saludable www.enbuenaedad.es, puesta en marcha este año por la Consejería de Salud.

Por su parte, el apartado ‘Verano y Salud 2018: Cuidados frente al calor’ también incluye consejos sobre la exposición a las radiaciones solares y una adecuada protección de la piel, sobre el correcto uso y conservación de los alimentos, la adaptación de las comidas a las altas temperaturas, y pautas de alimentación y consumo de agua para menores.

Otros aspectos que contiene este dispositivo de información web son recomendaciones sobre el cuidado de los niños y niñas frente al calor, sobre las precauciones a tomar en caso de utilizar la bicicleta en verano y realizar actividad física al aire libre, así como consejos a tener en cuenta para los días de playa y los que se pasen en el campo y en la sierra. También se incluye un espacio específico, diseñado y elaborado en un tono ameno y amigable, con el que se pretende poner al alcance de aquellas personas interesadas algunos consejos básicos y útiles para prevenir accidentes en verano.

Picaduras

A través de la web, la ciudadanía también podrá acceder a las principales medidas para protegerse frente a los insectos, como los mosquitos, y los ácaros, como las garrapatas.

Los mosquitos, presentes de forma natural en nuestro entorno, tienen la capacidad de realizar largos desplazamientos, tener varias generaciones anuales y adaptarse a diferentes huéspedes (aves, caballos, humanos…). Además pueden ser responsables o vectores de transmisión de algunas enfermedades (fiebre del Nilo, Usutu, Malaria, Dengue, Fiebre Amarilla o Chikungunya).

En Andalucía existe una gran variedad de especies de mosquitos que viven en humedales, tanto naturales como artificiales, distribuidos por toda la geografía andaluza, compartiendo hábitats con aves que pueden tener virus autóctonos o importados de los países que visitan durante la migración. Ambos aspectos, unido a la aparición en las últimas décadas de distintas enfermedades trasmitidas por estos mosquitos en países como Grecia, Italia, Francia o España, y concretamente en Andalucía con casos de virus del Nilo el pasado verano, hace necesario tomar precauciones para evitar picaduras.

Las recomendaciones específicas que se ofrecen son para prevenir la picadura de mosquitos, garrapatas, abejas, avispas, arañas, medusa y la de animales marinos (erizos, pez araña, etc).  Para los mosquitos es importante apagar la luz cuando no sea necesario y evitar las zonas donde suelen concentrarse los mosquitos. Además, en casa, mosquiteras y difusores eléctricos de insecticidas pueden ayudar a proteger frente a las picaduras, así como usar  repelentes y ropa de manga larga si se va a salir a última hora de la tarde o por la noche. Asimismo, es importante mantener la limpieza en los lugares donde el agua permanece estancada como albercas, piscinas, lavaderos, fuentes o cualquier recipiente al aire libre que pueda acumular agua (macetas, juguetes, cubos, neumáticos, etc.).

En cuanto a las garrapatas, son parásitos que pueden estar infectados con una amplia variedad de organismos patógenos, que son transmitidos durante el proceso de ingestión de sangre, junto con su saliva. En España, las enfermedades transmitidas por garrapatas más frecuentes son algunas rickettsiosis y la borreliosis de Lyme. Además, de forma ocasional se han descrito casos de anaplasmosis, babesiosis, tularemia y fiebre de Crimea-Congo. Por tanto, Salud recomienda utilizar manga larga y pantalón largo, evitar las sandalias o calzado abierto y procurar usar siempre botas cerradas con calcetines que cubran la parte inferior de los pantalones, usar ropa de color claro ya que de esta forma será más fácil comprobar si hay alguna garrapata, caminar si es posible por la zona central de los caminos y evitar el contacto con la vegetación circundante. Asimismo, conviene evitar sentarse en el suelo en las zonas con vegetación y utilizar repelentes autorizados.

Predicciones, niveles y alertas sobre temperaturas

Junto a la labor proactiva de control, vigilancia y seguimiento de pacientes frágiles, y las recomendaciones generales y específicas a la ciudadanía, el Plan Andaluz de Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud también incluye información sobre la predicción de las temperaturas en cada provincia, según los valores aportados diariamente la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

La información es predictiva, pues se refiere al día en vigor y a los cuatro siguientes, y permite establecer cuatro niveles de alerta sanitaria: nivel verde/0, cuando no se prevé que se superen durante cinco días consecutivos las temperaturas umbrales máximas y mínimas; nivel amarillo/1, cuando se prevé la superación de las temperaturas umbrales máximas y mínimas durante uno o dos días seguidos; nivel naranja/2, si la previsión es de superación de las temperaturas umbrales máximas y mínimas durante tres o cuatro días seguidos; y nivel rojo/3, cuando se prevé la superación de temperaturas umbrales máximas y mínimas durante cinco o más días seguidos.

Hay que tener en cuenta que para que se active una alerta sanitaria deben superarse tanto las temperaturas umbrales máximas y mínimas de forma simultánea establecidas para cada provincia, por lo que una alerta puede quedar desactivada al no cumplirse la previsión inicial.

Esta información sirve para que la red asistencial de la sanidad pública se prepare para dar la respuesta más adecuada en cada momento y para un mejor control de los pacientes, según ha apuntado Josefa Ruiz.

El verano pasado, entre el 1 de junio y el 15 de septiembre, se activaron 109 alertas sanitarias (19 nivel amarillo, 34 nivel naranja y 56 de nivel rojo), de las que 44 alertas sanitarias fueron en la provincia de Jaén (1 nivel amarillo, 10 nivel naranja y 33 de nivel rojo)

En cuanto a las asistencias sanitarias, los servicios de urgencias registraron el año pasado 52 atenciones por golpe de calor en la provincia de Jaén. Concretamente, las urgencias de los hospitales públicos atendieron 4 pacientes diagnosticadas como golpe de calor y 52 por patologías relacionadas con el calor (agotamiento, síncope, calambres…). Por su parte, los servicios de urgencias de los centros de salud registraron 48 asistencias codificadas como golpe de calor y 14 se relacionaron con otras patologías relacionadas con el calor.

A su vez, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES-061) prestó asistencia a un golpe de calor y 43 pacientes con otras patologías relacionadas con el calor durante este periodo en Andalucía. Asimismo, en el verano de 2017, se registraron tres fallecimientos de personas por golpe de calor (Almería (2) y Sevilla), todos de varones que habían estado en exposición a altas temperaturas mientras trabajaban.

Programa de Vigilancia Sanitaria en zonas de baño

Josefa Ruiz ha ofrecido igualmente información del Programa de Vigilancia Sanitaria de las zonas de baño de carácter marítimo y continental, y ha indicado que Andalucía es la comunidad autónoma que controla el mayor número de playas y de kilómetros de costa de todo el país, 581 kilómetros distribuidos en 263 playas. De cara al inicio de la temporada de baño, la Consejería de Salud ha vigilado los 346 puntos de muestreo en las 263 zonas de baño marítimas y 27 zonas de baño continentales andaluzas.

El Programa de Vigilancia Sanitaria de las Aguas de Baño se basa en el seguimiento analítico; realizar las actuaciones sanitarias en casos de incidencia –que pueden ir desde las limitaciones de uso hasta la prohibición del baño, o incluso la clausura de playas-; la coordinación con ayuntamientos y administración ambiental y la información pública a la ciudadanía.

Las aguas de baño de las playas andaluzas se encuentran dentro de los niveles de calidad establecidos, según el informe que ha elaborado la Consejería de Salud durante la segunda quincena de mayo sobre el estado del litoral en el inicio de la temporada de baño veraniega. Las muestras de agua han sido analizadas para determinar los diferentes parámetros exigidos por la normativa vigente, como los macrobiológicos, transparencia, color, aceites minerales, presencia de espumas persistentes y sólidos flotantes, restos orgánicos y cualquier otro residuo –de cristal, plástico, caucho, madera, que pueda afectar a la salubridad de las aguas y se considere de interés sanitario. Así, para este informe se ha realizado un seguimiento analítico a través de 357 muestras, con 714 análisis microbiológicos y 5.355 macroscópicos.

Ruiz ha recordado el “importante papel” de los Ayuntamientos, encargados de mantener las condiciones de salubridad de las zonas de baño, vigilar los posibles puntos de vertido y adoptar las medidas que les requieran las administraciones sanitarias y ambientales.