El sindicato, frente a la crispación política, reclama atención a los problemas reales de la mayor empresa pública, con un conflicto laboral abierto que tiene relación con el servicio prestado a la ciudadanía y con las condiciones laborales de 60.000 trabajadores y trabajadoras.
Ante las noticias aparecidas desde hace meses en diferentes medios de comunicación, la última de ellas en el diario ABC el pasado 10 de octubre, acerca del nombramiento del presidente de Correos, CCOO, sindicato mayoritario en la empresa postal pública, ha exigido a los partidos políticos que saquen a Correos de la confrontación y eviten su utilización como arma arrojadiza en debates que no tengan como finalidad la mejora del Servicio Postal Público prestado a millones de ciudadanos y ciudadanas.
En este sentido, el sindicato recuerda que ya antes del verano, en campañas mediáticas claramente organizadas, se venía utilizando la cercanía del presidente de Correos con Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, para poner altavoz a la disputa partidaria, algo que CCOO cree que perjudica la marca empresarial y de servicio público Correos y, por extensión, los intereses generales de los ciudadanos y ciudadanas.
El sindicato, en este sentido, recuerda que la utilización interesada de Correos como elemento de confrontación partidaria no hace sino invisibilizar aún más si cabe los problemas de la mayor empresa pública del país, que CCOO viene denunciando desde hace años: recortes continuados en la financiación para un servicio público deficitario al que el Estado adeuda cerca de 200 millones de euros, ausencia de una estrategia empresarial para un sector estratégico en los servicios públicos y en el mercado de la logística, y recortes en empleo, salario y derechos laborales que han desembocado en una precarización del empleo sin precedentes.
CCOO recuerda que esta situación ha provocado un conflicto laboral respaldado por el 85% de la representación sindical, abierto en marzo pasado, con un calendario de movilizaciones y convocatorias de huelgas generales iniciado antes del cambio de Gobierno y que se prolongará en noviembre y diciembre (tres huelgas generales, 30 de noviembre, 21 y 26 de diciembre) si no desaparecen las causas del conflicto. Por tanto, pide a todos los grupos políticos, como se lo pide al propio Gobierno, altura de miras y responsabilidad.
Con ello, el sindicato quiere recalcar que la confrontación y el “amarillismo” del debate lo único que consiguen es silenciar los verdaderos y serios problemas de Correos, dañando el servicio público que presta, su viabilidad y fortalecimiento y la situación de miles de trabajadores y trabajadoras. CCOO ha dejado claro cuáles son las prioridades que deberían ocupar a los responsables políticos: financiación del servicio público, fortalecimiento empresarial y empleo de calidad y con derechos. Más allá de siglas, son los problemas que han motivado -con el anterior y con el actual Gobierno- un conflicto laboral que sólo con medidas de Gobierno puede solucionarse.