Más de cien construcciones de piedra seca conforman la «Ruta de los Caracoles» de Rus

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La localidad de Rus cuenta con más de cien construcciones realizadas por la técnica piedra seca, un tipo de construcción reconocido por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de de la Humanidad, sobre este patrimonio de la localidad se han elaborado tres rutas de unas dos horas de duración cada una que permiten conocer su estructura y los espacios verdes del entorno de estas construcciones que se conocen popularmente como “caracoles” por el tipo de edificación.

En su día, la localidad y su entorno llegó a contar con más de doscientas, ahora unas ciento veinte pueblan el entorno de Rus, todos ellos son de propiedad privada y la mayor parte de ellos siguen usándose para diversas tareas agrícolas y de campo. Se construyeron como espacio para vigilar las viñas o las huertas de la zona y hoy se han convertido en un reclamo que por su singularidad es digno de destacar y que se suma a otros atractivos de esta pequeña localidad situada a pocos kilómetros de Úbeda y Baeza y que conserva entre sus atractivos su iglesia parroquial de la Escuela de Vandelvira.

Estas edificaciones datan de comienzos del siglo veinte aunque hay algunas que se han comprobado que son de finales del siglo diecinueve. Son pequeñas estructuras que no cuentan con puerta de acceso, y que sirven para el descanso de los vecinos que paseen por la zona. El alcalde Manuel Hueso destacó la labor de los vecinos que han sabido
conservar estas construcciones en sus fincas y que permiten el acceso a todos los que lo deseen.

Además, Rus presentó en la Feria de Turismo todos los atractivos de su término municipal, su gastronomía y tradiciones, entre ellas las mascarillas del carnaval de septiembre, reconocido como Fiestas de Interés Nacional de Andalucía o el Oratorio Rupestre de Valdecanales, también llamado hipogeos de Valdecanales, es un eremitorio rupestre de origen visigodo situado en el municipio de Rus de la provincia de Jaén. Su
construcción se fecha entre los siglos VI y VII, y se trata del único hipogeo visigótico en el sur de España. Fue descubierto su valor patrimonial por Rafael Vañó Silvestre en 1968.