Una fiesta de más de 700 personas, en un conocido local de Linares, tuvo que se desalojada por la Policía Nacional y Policía Local de la ciudad en la tarde noche de ayer sábado en una fiesta denominada en al argot juvenil como «matiné» y aunque se desarrollaba al aire libre no había permiso para un evento de estas características que según la propia Policía no era la primera vez que ocurría, ademá de no mantener las normas sanitarias.
Hasta estas instalaciones, en el extrarradio de la ciudad minera, se desplazaron agentes de ambos cuerpos policiales que desalojaron a los congregados. No solo no era la primera vez de este tipo de fiestas, sino que se estaba superando el horario de cierre permitido por las autoridades sanitarias. Ante esta situación los agentes sancionaron a los responsables del local ya que no era, según se tenía constancia, la primera fiesta que tenía lugar en el local.