La suspensión de la Cabalgata de Reyes Magos en la localidad de Baños de la Encina por el incremento de de los contagios por coronavirus motivó que el Ayuntamiento tomara un decisión para que la ilusión Real no se perdiera en la localidad.
Esta “decepción” llevó al equipo de Gobierno a barajar varias alternativas para devolver la ilusión a sus vecinos en la semana más mágica y especial del año. Así que optó por “endulzar” la Navidad con 880 roscones de Reyes y 1.200 bolsas de caramelos.
Quince voluntarios, entre ellos varios concejales, se encargan de esta misión. Para facilitar el proceso, y teniendo en cuenta todas las medidas sanitarias posibles, desde este lunes, ha comenzado la entrega de los roscones, uno por cada vivienda del pueblo.
Además del típico dulce, los niños reciben una bolsa repleta de chucherías a cambio de las cartas que tienen preparadas para sus Majestades de Oriente.
La concejal de Festejos, Ana María Fernández, explica que la iniciativa pretende que los vecinos tengan un detalle de su Ayuntamiento “ante el año tan difícil que hemos tenido”, y después de “venos obligados a suspender de las actividades navideñas”, entre ellas la tradicional cabalgata. “Queremos disfruten de un dulce tan nuestro, y dejar atrás los malos recuerdos de este año y brindar por el próximo”, señala la edil.