La cerámica bailenense HP Padilla está terminando de diseñar la vajilla que el famoso chef español Rodrigo de la Calle va a «lucir» este verano en el lujoso hotel Hotel Métropole Monte-Carlo donde va a estar los meses de julio y agosto ofreciendo su cocina cien por cien vegetal.
Rodrigo de la Calle (Madrid, 1976) abrió su primer restaurante hace 11 años en una ubicación que ya entonces ‘escenificaba’ las intenciones de su apuesta gastronómica: Aranjuez, donde la cercanía de la huerta local, unida a su vínculo familiar con la agricultura –a través de su padre, Fernando de la Calle–, determinó los inicios de su cocina ‘verde’. De 2007 a 2018, De la Calle ha oficiado en tres restaurantes (uno propio, otro como director gastronómico y un tercero aliado con los dueños del espacio)Hace meses abrió su cuarto establecimiento en Ponzano, en donde su gran reto es asentar un estilo muy particular, que, tras 11 años de trabajo..
El director del Hotel Métropole busca cada año a un triestrellado para que se convierta en chef invitado bajo un formato pop-up en Odyssey. En el verano de 2018, fue Carmen Ruscalleda quien llevó a la Costa Azul la cocina de la última temporada de Sant Pau.
Esta año, el director del hotel preguntó por un buen chef de cocina vegetal para el verano de 2019 y Eric Bouchenoire, una de las manos derechas de Robuchon durante años y cabeza visible de la dirección gastronómica del grupo tuvo clara la respuesta: Rodrigo de la Calle era el mejor del mundo en cocina vegetal. “Eric era con quien trabajaba codo con codo en los laboratorios de París y forjamos una amistad siempre ha valorado mucho mi trabajo”, reconoce De la Calle. «Eric considera que en oferta gastronómica de verduras somos uno de los referentes en el mundo. Además, conoce mi entusiasmo, sabe que soy una personas muy luchadora, que he insistido en la idea que quería para mi cocina”.