El centro tiene establecidas medidas para la mayor seguridad de la madre, bebés y profesionales frente a la pandemia.
El Hospital ‘San Agustín’ de Linares ha registrado en 2021 un total de 788 nacimientos, de los que once han sido gemelares. Debido a la situación de pandemia por Covid-19, la Unidad de Obstetricia y Ginecología, como el resto del centro sanitario, ha organizado su prestación para ofrecer el máximo de seguridad tanto a las mamás como a los bebés y profesionales, adaptando el área de partos a la situación de pandemia por coronavirus. Para ello, los profesionales han portado los equipos de protección necesarios, y se han establecido circuitos específicos para los posibles casos positivos, junto a todas las medidas de higiene y control para evitar contagios.
Igualmente se dispone de un paritorio alternativo para estas mujeres, completamente dotado para asistencia al parto de estas mujeres sospechosas o confirmadas como enfermas. Durante el periodo de pandemia, se ha establecido que solo una persona acompañe a la embarazada en el momento del parto y posteriormente, ya que el Plan de Acompañamiento así lo recoge, con el fin de disminuir la posibilidad de transmisión intrahospitalaria del virus al resto de familiares y acompañantes.
Los nacimientos se han atendido respetado, siempre que ha sido posible, el modo en que la mujer desea recibir este tipo de atención sanitaria, una de las medidas incluidas en el Plan de Parto y Nacimiento de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía ofrecida por el hospital linarense.
El Proyecto para la Humanización de la Atención Perinatal del sistema sanitario público andaluz tiene varios objetivos específicos, como la participación de la madre y la adecuación del entorno físico para su comodidad y seguridad durante el alumbramiento, la promoción de la lactancia materna desde el respeto de la decisión de la mujer, disminuir las intervenciones innecesarias especialmente en el uso de las ecografías, las cesáreas, las episiotomías y el rasurado perineal, promocionar una atención multicultural del embarazo, parto y puerperio y desarrollar medidas que contribuyan a fomentar la participación del hombre en el proceso de crianza.
Esta iniciativa pretende informar, facilitar, proponer y respetar la experiencia natural del parto. Las mujeres tienen la capacidad de decidir con antelación la posición que quieren adoptar para dar a luz, pueden dejar constancia de sus preferencias en cuanto a la participación de su pareja, el tratamiento y el manejo del dolor y, una vez que se haya producido el parto, la higiene del bebé y la alimentación. Junto a ello, sus profesionales promocionan la lactancia materna entre las familias, que supone numerosos beneficios para los recién nacidos y la salud de la madre.