AGRESIÓN SANITARIA
Profesionales del Hospital Universitario San Agustín de Linares se han concentrado este lunes, con el equipo directivo al frente, para mostrar su apoyo y solidaridad a la celadora agredida el domingo en el centro, a la que una usuaria insultó y tiró del cabello provocándole una caída que le ocasionó una contusión por la que hubo de ser atendida en Urgencias.
Durante la concentración se ha leído el manifiesto de rechazo a las agresiones a los
profesionales, en el que se muestra la “total repulsa” a las agresiones físicas y verbales contra el personal de los centros sanitarios.
La delegada territorial de Salud y Consumo, Elena González, ha señalado que “este tipo de actitudes son intolerables y carecen de cualquier justificación, por lo que no deben tener cabida en nuestra sociedad y mucho menos en un centro sanitario”. Por su parte, la gerente del Área de Gestión Sanitaria Norte, Belén Martínez, ha subrayado “el apoyo unánime y la solidaridad del conjunto de profesionales del Hospital a la trabajadora agredida”.
La agresión física o intimidación grave contra profesionales sanitarios en el ejercicio de su función pública asistencial está recogida en el Código Penal como un delito de atentado contra la autoridad.
Desde el momento en que se produjo la agresión el centro ha puesto a disposición de la profesional afectada todo el apoyo necesario, incluyendo la defensa y asesoría jurídica, según recoge el Plan de Prevención y Atención frente a Agresiones para los profesionales del sistema sanitario público de Andalucía.
Plan de Prevención frente a las Agresiones
La Consejería de Salud y Consumo condena cualquier tipo de violencia, tanto física como verbal, dentro o fuera de un centro sanitario, recordando que bajo ningún concepto o circunstancia pueden justificarse este tipo de actuaciones.
El Plan de Prevención y Atención de Agresiones del sistema sanitario público de Andalucía incluye tanto medidas preventivas para luchar contra los ataques como un protocolo de actuación una vez que se produce cualquier situación de violencia. Entre las medidas preventivas se encuentran la instalación de sistemas de seguridad (cámaras de videovigilancia, timbres avisadores, guardias de seguridad, etc.) como formación para que los profesionales aprendan a actuar ante situaciones de tensión.
En los casos en los que se produce la agresión, el plan contempla apoyo psicológico y
asistencia jurídica para las víctimas.