La Iglesia de Jaén acoge a medio centenar de catecúmenos en el I domingo de Cuaresma

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IGLESIA

El día 18 de febrero, I domingo de Cuaresma, 43 niños, mayores de siete años, y 11 adultos, procedentes de diversas parroquias de la Diócesis, participaron en el rito de la elección de catecúmenos.

La Eucaristía, que tenía lugar, a las 18 horas, en la S. I. Catedral de Jaén, comenzó con la procesión de entrada. A continuación, llegaban los catecúmenos, que eran acogidos, así, por la asamblea.

La celebración estuvo presidida por el Obispo, Don Sebastián Chico Martínez, y concelebrada por el Director del Secretariado para el Catecumenado, D. Jesús Díez del Corral; los Canónigos D. Antonio Lara y D. Manuel Carmona; el Secretario del Obispo y algunos de los párrocos de los elegidos.

Los catequistas y familiares fueron los encargados de las lecturas y la oración de los fieles. El Evangelio fue proclamado por D. Jesús Díez. Asimismo, la capilla musical corrió a cargo del coro interparroquial joven de Mengíbar.

Don Sebastián en su homilía quiso dirigirse a los catecúmenos para expresarles la alegría de la Iglesia de Jaén. “Es una alegría el poder recibiros esta tarde aquí, en la Catedral. La Iglesia de Jaén está muy contenta porque estáis dispuestos a recibir ese gran regalo que es el Sacramento del Bautismo, por el que entraréis a formar parte de la Iglesia, la familia de los hijos de Dios”.
El Obispo quiso tener, también, unas palabras para los catequistas, los padrinos y especialmente para los padres, a los que quiso felicitar por esa decisión. “Felicidades por este paso que vuestros hijos van a dar, el de recibir, dentro de unas semanas, estos dones, los sacramentos de iniciación cristiana. A mí me gusta decir que son las joyas que han brotado de las llagas abiertas de Jesucristo. A Jesús lo atravesaron en la cruz. Le atravesaron sus manos, sus pies y, especialmente, le hicieron una llaga en su costado. De ahí brotó sangre, pero también brotó agua. Agua y sangre, los dos grandes sacramentos que nos hacen ser Iglesia, el Bautismo y la Eucaristía”.
Haciendo referencia al Evangelio de Marcos, en este I domingo de Cuaresma, Don Sebastián recordó que Jesús terminaba, después de largo tiempo en el desierto, orando y rezando. “Empezó predicando estas palabras «convertíos y creed en el Evangelio». Nosotros empezamos, junto a vosotros, la Cuaresma diciéndole al Señor que ponga las cosas apropiadas en mi vida, para que yo pueda amarlo inmensamente, pero, también, para que su amor no encuentre ningún tipo de dificultad de mi vida”. En este sentido, el Pastor diocesano reconoció que no es fácil ser cristiano. “Pero el Señor nos va a ayudar. Para eso le pedimos la fuerza de su Espíritu, que recibiréis en el Bautismo y, plenamente, en la Confirmación”.